martes, 11 de octubre de 2016

Del Suelo Al Rocio

El cielo se gasta
mientras te miro,
pero más rápido
se gasta la piedra en la orilla,
ante la mar/
con él encima/ y
te miro aún/
después/
y el tiempo se nos termina
sin piedad.

Sucede que cuelgas grullas de tus orejas
y estas vuelan para alejarte
si no te alejas ya de por sí.

Porque mi establo no se encuentra
a esté costado de la ciudad.





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